PREMIOS, RECONOCIMIENTOS Y DISTINTAS ACTIVIDADES DESARROLLADAS EN EL RINCÓN DEL ENÓLOGO, MARCARON EL RITMO DE UNA NUEVA EDICIÓN DE ENOMAQ EN 2017, QUE SIGUE BATIENDO RECORD DE EXPOSITORES Y VISITANTES
Este grupo de investigación es pionero a nivel mundial en los estudios de las aplicaciones de los pulsos eléctricos de alto voltaje en el proceso de elaboración de vino. El tratamiento mediante pulsos eléctricos de alto voltaje consiste en la aplicación intermitente de campos eléctricos de alta intensidad y corta duración. Este proceso provoca un fenómeno denominado electroporación que consiste en el incremento de la permeabilidad de la membrana citoplasmática de las células al paso de iones y moléculas sin apenas incrementar la temperatura. La modificación de la permeabilidad selectiva de la membrana citoplasmática provoca la inactivación de los microorganismos y facilita la extracción de componentes localizados en el interior celular.
La aplicación más investigada de esta tecnología por este grupo ha sido la mejora de la extracción de compuestos fenólicos durante la fermentación-maceración de uva tinta. Este proceso fue patentado en el año 2003 (P200302802) y permite obtener vinos tintos con un contenido mayor en polifenoles y una mayor intensidad de color, o reducir el tiempo de maceración entre 2 y 5 días facilitando la rotación de los depósitos durante la etapa de fermentación-maceración. Los beneficios derivados de la aplicación de esta tecnología en el proceso de elaboración de vino tinto han sido demostrados en pruebas realizadas en bodega procesando la uva despalillada a un flujo de 2,5 tn/h.
Por otro lado, según los resultados estos tratamientos permiten reducir la carga de levaduras salvajes presentes en el mosto permitiendo una fermentación más reproducible al favorecer el crecimiento de los cultivos iniciadores o contribuir a la estabilización del vino elaborado al inactivar posibles microorganismos alterantes.
Finalmente, más recientemente se ha demostrado que estos tratamientos inducen la autolisis de las levaduras acelerando la liberación de manoproteínas lo que permite reducir el tiempo de envejecimiento del vino sobre lías y se está estudiando el potencial de la tecnología para facilitar la liberación de precursores aromáticos presentes en la piel de la uva blanca en el periodo de maceración prefermentativa.
Resonancia magnética nuclear.- LA HUELLA DACTILAR DEL ViNO
La resonancia magnética nuclear (RMN) es una técnica muy versátil, con un ámbito de aplicación diverso. Abarca desde el campo de la medicina, en la identificación de marcadores de enfermedades; hasta el alimentario, para la certificación del origen de los alimentos y bebidas o como apoyo a la investigación vitivinícola.
El enorme potencial de esta técnica en el ámbito de la enología ha llevado a la Estación Enológica de Haro a adquirir el equipo Wine ProfilingTM, desarrollado por la empresa alemana Bruker.
¿Cómo funciona?
Para el análisis mediante RMN se necesita menos de un mililitro de vino. Tras un ajuste de pH, la muestra es introducida en el núcleo del equipo, donde se toma una “instantánea” del vino analizado.
En apenas 20 minutos, Wine-ProfilingTM identifica de forma simultánea medio centenar de compuestos de cada muestra de vino; en concreto, todos los que poseen hidrógeno en su estructura química. Cada compuesto analizado –el grado alcohólico, el málico, el tartárico …– representa varias señales, que en su conjunto crean un perfil espectral único para cada vino, su “huella dactilar”.
Esta “huella” o perfil se cruza con los vinos introducidos en la base de datos internacional y, mediante análisis quimiométrico, determina con total fiabilidad la variedad, la añada, la región de origen y el país del vino analizado.
La RMN permite acreditar el origen de un vino en cualquier lugar del mundo.
Pincha AQUÍ para ver la presentación.